Las dos hijas de los reyes Felipe y Letizia han seguido la estela de sus padres al donar a una fundación una herencia que recibieron de un empresario de Menorca
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Las cuestiones hereditarias suelen ser un auténtico quebradero de cabeza. Este aspecto es algo de lo que no está ajena la propia Casa Real.
En el año 2009, un empresario de Menorca otorgó a la Familia Real parte de sus bienes. El rey Felipe VI y la reina Letizia renunciaron a ello, aunque a cambio crearon una fundación, como sugirió el propio empresario. Ahora sus hijas han seguido sus pasos.
La princesa Leonor (20 años) y la infanta Sofía (18 años) también han renunciado a esta herencia y han donado su parte a la fundación que se creó a tal efecto.
La transformación que se ha vivido en la realeza de nuestro país ha provocado que los monarcas hayan apostado por una claridad absoluta.
El portal de transparencia cada año ha detallado los objetos que han recibido los distintos miembros de la monarquía de nuestro país, así como el destino y la procedencia de cada uno de ellos.
Gracias a ello, se ha podido conocer la herencia que ha dejado uno de los empresarios más reconocidos de las Islas Baleares, Juan Ignacio Balada Llabrés, en la que forman parte como herederos otros miembros de la Familia Real.
La renuncia de Felipe y Letizia
El 18 de noviembre del año 2009 Balada Llabrés falleció y dejó todo su patrimonio a la familia del Rey.
En el testamento se dejó claro que la mitad de dicha herencia debería servir para que los entonces Príncipes de Asturias creasen una fundación de interés general.
En caso de no aceptar esa herencia recaería en el estado de Israel.
La otra mitad quedó dividida en partes iguales entre Felipe y Letizia, por un lado, y, por otro, por los ocho nietos de la reina Sofía.
Los monarcas españoles ya renunciaron a su parte de la herencia del empresario de Menorca.
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Los actuales monarcas decidieron aceptarla e inmediatamente crearon la Fundación Hesperia.
El 23 de abril del año 2003 fue el día en que esta iniciativa vio la luz e incluso Felipe y Letizia estuvieron presentes en la rehabilitación de la histórica farmacia, un auténtico sello de la isla balear.
Sin embargo, meses antes y concretamente el 16 de enero del 2010, Zarzuela comunicaba “que la parte que pudiera corresponderles en la herencia del Señor Balada se destinaría íntegramente a fines sociales”.
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De esta manera, Felipe y Letizia renunciaron a la cesión de este palacete para dejarlo todo en manos de la fundación que crearon a este respecto.
No obstante, surgía la duda con el resto de personas que formaban parte de esta herencia.
Tanto sus hijas como sus primos tenían en sus manos la decisión sobre lo que hacer con ello.
Sin embargo, había que esperar a que todos los nietos del rey Juan Carlos I fuesen mayores de edad.
La decisión de Leonor y Sofía
En abril de este año, la infanta Sofía cumplió la mayoría de edad.
Como consecuencia, todos los herederos de este patrimonio ya eran mayores de edad, puesto que ella es la menos de todos los nietos de los eméritos.
Hasta ahora, se desconocía si habían tomado una determinación al respecto.
La Princesa de Asturias y su hermana han optado por seguir los pasos de sus padres y renunciar a dicho legado.
Las hijas de los Reyes han seguido la estela de sus padres y han renunciado a esta herencia en favor de la fundación.
Cordon Press
El Ayuntamiento de Ciutadella se habría puesto en contacto con Casa Real para conocer sus verdaderas intenciones.
Así lo han desvelado en ‘Menorca Info’ que ya han obtenido respuesta.
“Me complace significar que Sus Altezas Reales, la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía han donado a la Fundación Hesperia sus cuotas de participación.
En la actualidad, carecen de poder decisorio sobre el destino del inmueble”, han publicado.
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Todavía se desconoce lo que ocurrirá con este lugar.
La cuota de participación de la heredera y su hermana constituye un 3,12%, ya que el 25% del total se divide a partes iguales entre los ocho nietos de los eméritos.
Como consecuencia, faltaría por conocer la determinación de los hijos de las infantas Elena y Cristina.
Por un lado, Victoria Federica y Froilán y, por otro, Juan, Pablo, Migue e Irene, tendrán que comunicar si siguen los pasos de sus primas o si, por el contrario, se quedan con ese porcentaje de esta herencia.
Los hijos de las infantas Elena y Cristina todavía no han comunicado su decisión sobre esta herencia.
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El palacete de Balada es uno de los inmuebles más emblemáticos de toda Menorca.
Pero el empresario también dejó en herencia otras viviendas, solares, la histórica farmacia y fondos financieros.
La famosa vivienda se mantiene bien conservada, aunque deshabitada en la actualidad.
De hecho, el Ayuntamiento de Ciutadella ha solicitado en reiteradas ocasiones su cesión para fines comunitarios.
No obstante, habrá que esperar a la decisión que toman los Marichalar y los Urdangarin sobre su uso privado.